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domingo, 10 de agosto de 2014

LAS RUINAS DE LA IGLESIA DE SANTIAGU: TABORCÍAS, ACALCABU, LA ESCUELA DE MOANES y LA FERVENCIA "AL SUR DEL PARAÍSO" (VALDÉS, ASTURIAS)


Ruinas de la iglesia de Santiagu, en Taborcías
Llegando a Taborcías
A los pocos kilómetros de salir de la villa de Luarca/L.luarca, capital del extenso concejo asturiano de Valdés, dejando ya atrás El Chano y el cruce de Ribadebaxu y L'Outeiru, los peregrinos del Camino Norte o de la Costa iniciamos unos pocos metros de bajada al pequeño valle del río del Ol.la o Regueiru La Faya en Taborcías, parroquia de Santiagu


De frente, en lo alto de un cueto, están las casas de Ribadecima, otro de los barrios de esta parroquia. Al sur a lo lejos vemos los picos y altos de La Carcabina (396 m), La Bobia (422 m) y La Penona (468 m). Más a lo lejos es El Estoupo (849 m) en la sierra de este nombre, en la divisoria con El Cuartu los Val.les o Cuarto de los Valles, en Tineo/Tinéu, donde una secular ruta enlazaba este camino costero con el del interior, el actualmente llamado Primitivo, vía Bárzana del Monasterio y Oubona. En esa sierra está también el Alto de Aristébano, donde se celebra el gran festival de La Vaqueirada, dedicado a estos indómitos ganaderos trashumantes, legendarios habitantes de las brañas, los vaqueiros de alzada, de los que tanto hablamos en nuestro itinerario por el occidente astur


Desde el camino, vemos una ruinas, a las que nos acercamos: se trata de lo que queda en pie de la antigua iglesia parroquial de Santiagu o Santiagu d'Arriba, templo de origen medieval con profundas reformas, pero del que se conservan únicamente, muy deterioradas, las paredes


La razón de la presencia aquí de estas ruinas se debe a que iglesia y antiguo camposanto fueron trasladados a primeros del siglo XX, cuando a consecuencia de una gran epidemia de gripe el cementerio se vio tan desbordado que el párroco de entonces, Don Castro, cedió estos terrenos en 1922, de acuerdo con la condesa de Ferrera, alzándose a cambio un nuevo santuario al lado de la carretera general, el cual veremos pronto, no lejos del Camino...


La antigua iglesia, que fue antaño hijuela de la parroquial luarquesa, fue pues abandonada, así como el antiguo cementerio, en favor de otros mayores y mejor comunicados, al lado de la carretera que sustituiría a este viejo camín real


Los primeros testimonios de la antigua iglesia de Santiago, Santiagu o Santiáu, son del siglo X, en tiempos del monarca Fruela II, y de su estructura original aparecen señales de elementos prerrománicos y románicos, junto con otros posteriores que son los predominantes...


En el famoso Libro de los Testamentos o Liber Testamentorum de la catedral ovetense, se lee que en el año 912 Fruela, hijo de Alfonso III y Jimena Garcés, dona varios lugares a la mitra de la capital asturiana, incluyendo este:  "similiter secus litus maris villam Luarcam cum ecclesiis, Sancti Iacobi Apostoli". Independientemente de la originalidad del documento, dentro de toda la de este libro, que en todo o en parte se debería a interpolaciones del obispo Pelayo un par de siglos después, hechas con objeto de agrandar su diócesis frente a las apetencias de otras que harían más o menos igual, lo cierto es que las poblaciones y parroquias que cita sí existirían fehacientemente. Así leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 9, voz Luarca
"Cuando alboreaba el siglo X. Luarca ya era población importante. Contaba con tres parroquias la de Santa Eulalia y Santiago de arriba, existentes en la actualidad, y La de los santos Justo y Pastor" 

En términos de esta parroquia se fundó posteriormente, sobre un pequeño puerto preexistente (tal vez el del legendario Subsalas, por donde cuenta la leyenda arribó a Asturias el Arca Santa), la villa de Luarca/L.luarca, con Carta Puebla del monarca Alfonso X El Sabio en el año 1270. Más de un siglo después, en el Libro Becerro, inventario de parroquias y sus bienes efectuado con el obispo Gutierre de Toledo y fechado en la catedral ovetense de San Salvador en 1385, aparece citada como Santiago de Riba


El el campo de la iglesia se han instalado unos bancos para sentarse y las ruinas suelen limpiarse de vegetación cada cierto tiempo y pueden visitarse


Un camino enlosado recorre el edificio alrededor


Merece la pena adentrarse en estas sugerentes ruinas y visitarlas en un instante antes de seguir camino


Seguimos el sendero de losas que viene  a ser nuestro pasillo-guía para recorrer todo el edificio alrededor


Aquí una placa nos informa de alguna de sus vicisitudes históricas, de las que ya hemos hablado


Pasamos a la orilla, canalizada, del río, con su puente viejo de piedra. La vegetación crece exuberante, tapándonos el cauce fluvial de este río, El Ol.la o La Ol.la, que nace en las sierras litorales, cerca de la braña El Val.lín. Con sus aguas molieron varios molinos, hoy día abandonados


Sobre el dintel de esta otra puerta vemos unas inscripciones muy interesantes que nos detenemos a inspeccionar


Parece hubiese sido en origen una lauda sepulcral


En ella hay unos dibujos grabados, que para unos son hojas y para otros conchas peregrinas o de algún linaje


La advocación a Santiago y ser paso del Camín Real vincula totalmente al lugar con las peregrinaciones, si bien las conchas, además de vinculadas al camino de Santiago, también lo están a la heráldica, pues simbolizan la unión de algún antepasado con seres fabulosos, como sirenas del mar, que según las leyendas serían el fantástico origen de determinadas estirpes


Accedemos pues al interior, donde se conservan las paredes de la primitiva estructura


Esta es la nave única de la iglesia, aunque con varias capillas laterales


Aquí estaban los altares, sacristías y oratorios


A tenor de algunos elementos conservados se supone que tendría cubierta de bóveda de cañón


Grandioso arco monumental de medio punto


Ruinas testigo de un antiguo esplendor. Pequeños ventanucos arrojaban luz al interior


Puertas de sacristías y capillas


Y puertas al exterior


Volvemos a salir afuera


Vuelve a crecer la maleza en derredor...


Siguiendo el trazado del sendero de losas rodeamos la iglesia


Al lado hay bosques y campiñas


Esta es la capilla del camposanto


En ella hay mirando al este una gran cruz


Recorriendo la tapia del camposanto damos la vuelta entera al santuario


Y volvemos a salir al Camino...


Retomando el camino y continuando ahora hacia el citado puente


Aquí parece ser estaba uno de aquellos antiguos molinos. A lo lejos vemos el Picu Curriel.los o Picu Quemáu (471 m), cerca del nacimiento del río


Pasamos el puente y dejamos atrás el solar de la antigua iglesia


Pasado el puente empezamos a subir poco a poco al lado de esta cabaña


Y viendo las tierras de labor de Taborcías. Leemos en el Gran Atlas del Principado de Asturias, voz Valdés (tomo 4):
"El concejo de Valdés presenta una accidentada orografía y un emplazamiento privilegiado entre la rasa litoral, que se abre al mar Cantábrico en altos acantilados , y las sierras interiores al sur (...) Su territorio marítimo forma parte de la rasa costera asturiana, tajada profundamente por numerosos ríos y arroyos"

Praderías de Los Cantexos. Este territorio de Valdés (valle del Ese) aparece con identidad propia y así mencionado ya en la alta Edad Media, si bien sus límites quedarían fijados por la Carta Puebla de 1270, si bien sucederían pleitos y desacuerdos con los antiguos señores de la tierra, la Iglesia y monasterios y los cotos señoriales, que seguirían teniendo posesiones e intereses en estos términos prácticamente hasta las desamortizaciones liberales del siglo XIX


Más naves de ganado vacuno. El crecimiento de los grandes núcleos urbanos e industriales especializó gran parte del agro de la cornisa cantábrica en la producción de carne y leche para el abastecimiento de las extensas áreas metropolitanas. La mejora de los caminos rurales y las comunicaciones, así como las concentraciones parcelarias favorecieron la mecanización del campo, transformando el paisaje, principalmente en estas llanuras de la franja costera


Las bellas y coloristas hortensias dan la intensa nota cromática en estas veredas de Taborcías


Tractores. Casi todo el año asistimos a una intensa actividad agropecuaria. Fijémonos en el enorme tamaño de esta nave, por ejemplo


Prados y quintanas. Si nos fijamos allí tenemos un hórreo, de tejado a cuatro aguas y corredor, con bodega debajo, normalmente empleada como almacén de aperos, y a su derecha un cabazo, elemento que cada vez veremos más al aproximarnos a Galicia


Las características de hórreos y cabazos dependían de la producción que se guardase dentro, cereales como trigo, cebada, maíz, etc., así como de la extensión y posibles de la casería. La mecanización del campo trajo consigo la luz a las casas y con ella los molinos eléctricos, que hicieron abandonar los seculares molinos de río, moliéndose el grano en casa. Seguidamente o casi al mismo tiempo, la mejora de las comunicaciones hizo que el pan se suministrase desde las grandes tahonas de las poblaciones, por lo que dejó de hacerse cotidianamente en las casas. La especialización rural aprovechó esos terrenos para pastos o para otros cultivos, patatas, lechugas, tomates, etc. de huerta y/o invernadero, lo que hizo que muchos de estos seculares graneros se abandonasen, Otros, como es este el caso, tienen otros usos y han sido restaurados


Pasamos bajo la panera nada más terminar la primera cuesta desde el río. Además de almacén estas bodegas tuvieron, y en muchos casos tienen, otras funciones, como cuadras, gallineros, vivienda....


Algunas casas parecen inspiradas en las quintas de indianos o americanos, de traza entre lo urbano y residencial, como es este el caso


A la izquierda, en medio de la campiña de la rasa costera, hay además un palacio, casi oculto por un gran carbayón


Es el Palacio de los Sierra, construcción del siglo XVIII reformada en el XIX, con capilla propia dedicada a la Dolorosa, situada al este, y cuyo retablo e imagen de la Virgen se atribuyen a la escuela vallisoletana, réplica de una obra de Juan de Juni


Aquí comienza otra corta cuesta. El hábitat es tremendamente disperso, de casas alejadas unas de otras y aprovechando al máximo el terreno circundante, si bien en ocasiones forman pequeños grupos


Pese a la mecanización el éxodo rural a las ciudades y sus trabajos y forma de vida continúo hasta nuestros días


La concha del camino, en el poste telefónico, indica que esta pequeña subida es para pasar el cercano puente sobre el Ferrocarril Ferrol-Gijón, del que tanto hemos hablado y volveremos a hablar a lo largo de esta ruta costera


El famoso Ferrocarril Ferrol-Gijón, El Estratégico, tardó 86 años en inaugurarse, avanzando lentamente su construcción tramo a tramo, parada o ralentizada su puesta en marcha a consecuencia de todo tipo de avatares técnicos, políticos y económicos entre 1886 y 1972


Aunque ya funcionaba por partes desde 1953, no fue hasta la inauguración de este tramo, entre la villa luarquesa y Vegadeo/A Veiga en 1972, cuando se dio por acabado el viejo proyecto ferroviario, que nació para unir la artillería de Ferrol con las fábricas de armas de Asturias, y que acabó siendo, dados los cambios históricos del siglo, servicio de vía estrecha para mercancías y pasajeros integrado en FEVE y posteriormente en ADIF


Realmente puede decirse que cuando el tren se inauguró, todo había cambiado, no solamente su función militar ya no tenía razón de ser, sino que como transporte triunfaban ya los de carretera, y más que lo harían con la mejora de las carreteras generales y, tiempo después, las autovías 


Huertas y gran llanura en este paso natural costero, verdadero gran pasillo entre las montañas y el mar, siempre aprovechado por las vías de comunicación terrestre, no siempre tan óptimas como en la actualidad, no en vano se prefería, por costos, rapidez y rentabilidad, la de los puertos costeros


Otra vista del Palacio de los Sierra. Nos parece reconocer mejor su planta forma de U, y a la izquierda una ventana de su capilla anexa. Son tres edificios que forman un patio abierto. Más allá Ribadecima


Cruzado el puente llega un trecho bastante llano, además de recto, a lo largo del que se extienden varias caserías


Por allí van los peregrinos


Otro elemento de gran interés en esta vereda y sin duda vinculado al camino y su importancia


La Fonte Taborcías, con una inscripción del año 1796, una época en la que se auspiciaron muchas obras públicas de este tipo, dando servicio tanto a la vecindad como a viajeros, arrieros, peregrinos, etc., y que sin duda sigue el proyecto de mejoras de las vías públicas de la Ilustración, que había arrancado unos años antes en el reinado de Carlos III, proveyendo a los antiguos caminos, o a algunas de las incipientes carreteras que comenzaban a hacerse, de estos elementos para solaz y alivio de viajeros y carreteros, principalmente en las entradas-salidas de las poblaciones, como es este el caso


Realmente la inscripción está muy gastada y no podemos leerla bien, y tampoco hemos encontrado de momento su transcripción o algo más de su historia, pero sin duda aquí vendría a por agua el vecindario de las casas cercanas


Aunque ya se dispone de agua corriente en las casas, desde hace décadas, su entorno ha sido limpiado y su estructura lateral restaurada, constituyendo un precioso elemento histórico de este viejo camino que, al hacerse la actual N-634, prácticamente ha quedado como una vía pecuaria más, recuperada ahora para el paso de peregrinos, que vuelven a trillar estas viejas sendas, transformadas en pistas o carreteras locales, pero que conservan el trazado del viejo trayecto


En este conjunto tendremos alguna interesante muestra del patrimonio etnográfico de Taborcías


 Casa Xicón, con su corrada, corralada o espacio delantero flanqueado por cuadras y muros, con la vivienda al fondo. Esta estructura en forma de U es común es frecuente en viviendas tradicionales de la rasa litoral, formando un patio protegido de los vientos. La casa está al fondo, con portalón, galería, y gran cubierta de pizarra a cuatro aguas, con bufarda o buhardilla


Otra casa con esta corralada delantera y cerrada por portón. A un lado el hórreo con su bodega-almacén de enseres agrícolas y al otro una cuadra y cobertizo. También gran cubierta de pizarra a cuatro aguas


Otra quintana a la derecha, cuadra, corrada cerrada y en este caso cabazo


Este cabazo es de tejado a dos aguas y sus paredes están hechas de ladrillo con agujeros para que entre el aire, curando lo guardado en el interior y evitando su putrefacción. Abajo es bodega-almacén de aperos y su tornarratos es enterizo y tipo mesa. Como su nombre indica quita que suban los roedores


Gran mansión que recuerda a los palacios y casonas indianas. El aprovechamiento del bajocubierta como una planta más, en este caso con balcón-galería y ventanas, es otra característica de muchas casas tradicionales del occidente asturiano que ha impregnado también la arquitectura de los americanos. A la derecha gran terraza con porche debajo


Ahora viene un tramo sin casas, solo los campos de la llanura. Al fondo las serranías que van dando paso del concejo de Valdés al de Navia, con el ya citado Picu Curriel.los o Quemáu (472 m), El Picu Bustrilde (391 m) con túmulo en la cumbre, El Penón (353 m) y Regueiru (322 m), ya en la valdesana parroquia de Otur/Outur, hacia la que nos dirigimos


En la distancia, a nuestra derecha y cerca del mar La Mata, donde está el Parque de la Vida, dedicado a la conservación de especies amenazadas creado por la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA)  y gran espacio museístico fundamentado en la naturaleza, principalmente marina pero con otros alicientes, calamares gigantes, cetáceos, edades de la tierra y sus fósiles, abismos abisales, planetario, observatorio astronómico, bosque autóctono, apartados dedicados a dinosaurios, reptiles y anfibios, e incluso exposición de una parte del fuselaje del cohete Ariane V


Más a lo lejos La Peralina y Albarde, cerca de La Playa Tourán


De frente Vil.luir, otro barrio de esta parroquia de Santiagu. En este lugar se entablaron importantes combates durante la Guerra Civil: el 4 de agosto de 1936 la columna gallega del comandante Teijeiro, sustituto de Ceano, herido en Villapedre (Navia), fue detenida por la resistencia de los milicianos republicanos, al mando del también teniente Martín Barco. Teijeiro hubo de pedir ayuda a la aviación nacional con base en León, al crucero Almirante Cervera y a otra columna gallega al mando del comandante Ollo y así días después continuarán su avance, Ollo por la costa y Teijeiro por el interior, hacia La Espina


A nuestra izquierda reconocemos la nueva iglesia parroquial de Santiagu, la que se construyó a partir de 1922 para sustituir a la vieja y su cementerio, de los que veíamos antes sus ruinas


Sigue el gusto historicista tan en boga en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX, especialmente visible en los contrafuertes del ábside y algunas ventanas ojivales, plenamente gotizantes, como puede serlo la torre del campanario, con unas trazas que veremos en otras iglesias de la zona, como las de Piñeira y Navia


Vil.luir es también un poblamiento ancestral, anterior incluso a lo castreño, pues se han localizado túmulos megalíticos, de unos 4.000 años de antigüedad. No en vano en la rasa costera próxima se ha hallado incluso un pico asturiense, aún bastante anterior, unos 8.000 años, lo que da a entender, si pensamos en los cercanos yacimientos paleolíticos del Cabo Busto, que este litoral estuvo habitando desde la alborada


Campos de La Mata y casas de la carretera. Más allá, en Las Pontigas, la gran naves del almacén de La Figal, proveedor de piensos, productos y enseres agroganaderos, fundado por Jesús García, Suso el de La Figal, a quien el periódico La Nueva España le dedica este reportaje, Madera de buen currante, publicado el 18-1-2011:
"A Jesús García nunca le ha asustado el trabajo y además reconoce que sigue siendo uno de sus hobbies. «Aunque ahora tengo más voluntad que fuerza», precisa mientras faena en su pequeño huerto. De niño aprendió a trabajar en el campo, al que luego dedicó su vida como proveedor de piensos, abonos y todo tipo de materiales al servicio del agricultor. Y es que García -al que en la comarca conocen como Suso de La Figal- fue el fundador de los almacenes La Figal, que ahora gestionan sus hijos. 
El protagonista de esta historia nació en el año 1928 en el núcleo valdesano de Ribadecima y en una familia de nueve hermanos. Vivió una infancia marcada por la miseria, la escuela y por las enseñanzas religiosas, «la doctrina», como dice al referirse a ellas. En los años de guerra la escuela se volvió intermitente, cuando no se convirtió en una especie de instrucción militar para niños: «Recuerdo un maestro que utilizaba las horas de clase para darnos instrucción. Apartábamos las mesas y hacíamos simulacros, construíamos trincheras?». 
Por aquel entonces Jesús comenzó a perfeccionar su talento para el dibujo, una habilidad que le sirvió para destacar como aprendiz de ebanista en el taller de Julián, en Luarca: «El jefe me dijo a los tres meses que de allí salía ebanista porque dibujaba y afilaba las herramientas muy bien». Una vez aprendió el oficio comenzó a hacer trabajos por su cuenta. Tras siete años en el taller luarqués, vio la oportunidad de independizarse e instaló su propio negocio en casa. 
El matrimonio y su traslado al pueblo de su mujer, en La Figal, cambiaron sus planes. Su familia política tenía ganadería propia y también un comercio. Lo que hizo fue buscar una nueva salida que le permitiera compaginarlo todo y la recogida de leche encajó entonces como anillo al dedo. Sin olvidar que por algún tiempo se dedicó también a vender radios por los pueblos. «Me lo pedían los vecinos, cuando llegó la luz a las brañas. Así que de noche cogía el caballo y hacía la instalación por los pueblos», comenta. 
Contactó con una empresa gallega que empezó a recoger leche entera por la zona y entró a trabajar para ellos. Primero se desplazó con un caballo y un carro, después compró un motocarro, cambió a una furgoneta poco después y finalmente a un pequeño camión. Recogía la leche por las casas de los alrededores y la entregaba en Luarca..."

Y aquí empieza lo que es propiamente la historia de estas naves y esta empresa:
"En sus años de lechero, García aprovechó cada ruta para recoger pedidos y repartir la mercancía de la tienda y también algunos encargos de ebanistería, como yugos para el ganado. Y así estuvo hasta principios de los setenta, además de ayudar en el comercio, en la ganadería y atender un molino de grano que instalaron junto a la tienda. 
La bonanza del campo y la buena marcha de las explotaciones ganaderas le animó a comprar una finca de 25 áreas en Las Pontigas, donde instaló la primera nave de La Figal. Los almacenes agrícolas -inaugurados en 1974- llegaron a tener hasta catorce empleados contando a su familia, que se volcó por completo en el negocio. A los diez años amplió el almacén con la puesta en marcha de una fábrica de piensos propios y poco a poco fue mejorando las instalaciones. «Dinero que ganaba, dinero que invertía», precisa. Así fue como sentó las bases de un negocio que sigue vivo en la actualidad. 
García explica que la clave está en el trabajo duro y en la formalidad en el trato con el cliente. Echa de menos los tiempos de antes por la honradez de los vecinos y la educación y también lamenta la situación de crisis actual. Dice que el mejor consejo que puede dar a sus nietos es el del ahorro: «Mi primer regalo de Reyes fue una hucha de madera. Creo que todo el mundo debería ahorrar porque cuando vienen mal dadas siempre tendrán un colchón sobre el que caer»

En la carretera vemos el Restaurante Villuir, con su aparcamiento cerrado por una línea de arbustos


Un poco más allá, al pie de un pinar, asoma la gasolinera, al otro lado de la N-634


Nosotros saldremos a la carretera un poco más a la izquierda, pero estimamos oportuno informar de la cercanía de estos establecimientos, sobre todo la cafetería y restaurante, donde se puede comer o tomar algo, pues se trata de uno de las célebres y renombradas casas de comidas en esta carretera, alguno de los cuales conoceremos en nuestro camino a Navia


Las casas se concentran mayoritariamente a lo largo de la carretera, a la que vemos a llegar enseguida


Bifurcación y a la derecha por la ruta principal, si bien a la izquierda, en la carretera, hay bar, el de Casa Laura, cerca de La Ronda, donde está el albergue de peregrinos de Casa Lúa


Subimos un poco justo antes de la carretera general, la N-634, antigua Carretera de Galicia, que transformó también la morfología poblacional valdesana, al concentrarse la población a lo largo de la misma


Y en esta bifurcación vamos a la derecha del caserón, viendo cerca ya las casas del barrio de Acalcabu


La concha y la flecha confirman la dirección a seguir


Tal y como leemos en Toponimia Asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, el investigador Xosé Lluis García Arias, dice de la etimología del lugar: 
"Un derivado del latín CAPUT ‘cabeza’, ‘extremo’ (OLD) lo tenemos en la expresión asturiana el cabu que en la Edad Media todavía conservaba la acepción de ‘cabeza de ganado’ y, posteriormente, la de lugar alejado, extremo o final. De ese modo decimos de una casa que ta al cabu’l pueblu o de una persona arruinada que ta al cabu la calle (...) 
El topónimo de Valdés conocido como Aquelcabu, o Acalcabu, presenta una misma etimología pero ahora, probablemente, precedido de un deíctico que señalaba lejanía (...) 
La referencia a lo más lejano se hace también con una expresión adjetiva derivada caberu, a, o, que puede haberse fijado en topónimos menores" 

Cruzamos pues la N-634, con muchísimo cuidado, pues es una larga recta y suele haber tráfico abundante y veloz, incluyendo vehículos pesados


El trayecto sigue siendo mayormente llano y predominan las casas unifamiliares con terreno


Seguimos todo recto hacia las casas de la izquierda, en el Conjunto Residencial de Villuir


Las viviendas forman un espacio residencial que en el camino hace calle, por la que pasan los peregrinos


A nuestra derecha, en la carretera, la parte delantera y entrada al Restaurante Villuir


A nuestra izquierda Moanes, que casi nos tapa del todo Valtraviesu, cuna de célebres personajes valdesanos de los que escribe así el vecino Delio Flórez García:
"Entre los personajes más destacados que de este lugar salieron es obligado recordar a Regina García López, hermana de mi madre, que le cortaron los brazos de muy niña y a pesar de esto viajó por cuarenta y tres países triunfando y cuando el presidente de EEUU le tendió la mano no dudó en extenderle su pié. Conducía automóviles, tuvo tres hijos y le sobró fuerza para luchar por los demás, consiguió la escuela para el pueblo, ella misma dio clases a los alumnos y se codeó con los más altos cargos de la nación. (Véase: Regina el Carácter de una Mujer) Otro que no puedo dejar de destacar es Xuan de la Rabera, un hombre que vivió a mediados del siglo diecinueve y se hizo acreedor a ser protagonista de el mejor relato en lengua asturiana escrito por José Caveda y Nava. Este ilustre escritor que fue presidente de la junta general del principado dice de nuestro vecino que era rapaz de puños y corazón, valiente y de buen carácter y probado en los trabajos, que era muy ágil, que ninguno le ganaba en destreza y que de un empujón derribaba diez hombres. Tuve la suerte de conocer a un nieto suyo, que también se llamaba Xuan de la Rabera, vivía en la que les da nombre a 150 m. de la mía, ya era mayor y había sido muy amigo de mi padre, era el cacique del pueblo pues era el celador, el veterinario, el matachín, el madreñero, el rico y…un barón, todo el mundo lo conocía y lo respetaba. Siendo yo niño y a petición de mi madre, se comprometía a fabricarme unas madreñas; hacía oprobios conmigo para divertirse, me pedía que fuera por su taller a medirme el pie, me obligaba a ir cuatro o cinco veces diciéndome que perdía las medidas, me mandaba tumbarme en el suelo porque si no, no veía la planta del pie y no podía medir. Cuanto más me enfadaba yo y levantaba la pierna bien alta para mostrarle que si podía, más la gozaba él y más me decía que si no me tumbaba entre los rizos de madera le era imposible, al final me hacía las madreñas mejores y más ligeras que se puedan hacer"

Delante de nosotros, a la izquierda del camino, la escuela de Moanes, bajo los montes de Recigoña y El Pinchu. El lugar formó parte de la donación fundacional del otrora poderoso monasterio de Courias, en Cangas del Narcea, formalmente dependiente de la mitra ovetense pero que gobernó gran parte del occidente astur con gran autonomía durante siglos


La escuela es en nuestros días el Colegio Rural Agrupado Pintor Álvaro Delgado, formado por tres escuelas rurales, de las que siguen manteniendo actividad pese a la concentración escolar y a la pérdida de población experimentada en el campo a partir sobre todo de los años 70. La cercanía a la capital del concejo y el haber zonas residenciales sin duda han contribuido a su mantenimiento


Y al llegar a la altura de la escuela un cruce, en el que seguiremos recto entre las casas de la derecha de la foto


El mojón caminero ha de confirmárnoslo, guiándonos por los caminos valdesanos en ruta hacia Navia


Más allá son las laderas que bajan del Picu Curriel.los: Los Cortinos, Las Traviesas, Las Famosas, El Coronel... la Sierra de Panondres, que se extiende por los concejos de Valdés, Navia y Villayón


Estamos cerca de Constancios, donde se dice que "se cosechan unas de las mejores fabas de Asturas", o al menos eso afirma el Diccionario Geográfico de Asturias, de La Nueva España


Otra importante encrucijada: aquí vamos a la derecha


Salimos así del pueblo por los campos que se extienden al pie de las montañas litorales. Es La Sienra Rozu. Sienra es campo cultivado, en castellano serna, en gallego y portugués seara


El topónimo sienra, muy abundante en Asturias, a veces aparece erróneamente transcrito como "sierra" cuando nada tiene que ver. Volviendo a García Arias hemos explica que en origen es un "conjunto de hazas que pertenecen a una gran heredad".


Por su parte rozu es, como roza, una característica del terreno, según comprobamos también en Toponimia Asturiana. El porqué del nombre de nuestros pueblos:
"Un terreno poblado de maleza y convertido en finca aprovecha ble se designa en asturiano, entre otras, con la expresión roza, pala bra que pertenece a una amplia familia de gran vitalidad en nuestra lengua, como rozar ‘cortar la maleza de los setos, de las fincas’, rozu o rozadura ‘maleza rozada’, rozón ‘guadaña corta y fuerte empleada para rozar’, etc.

Desde muy antiguo se documenta en los cartularios la palabra roza que, al igual que hoy, designaba un terreno que se limpia para el cultivo y se sigue llamando del mismo modo aún después de cultivado . Así se explican la serie de topónimos que algunos entienden, creo que erradamente, desde el lat. RODIARE. A nuestro modo de ver parece más acertado explicar ast. rozar desde el lat. RUPTIARE, formado desde RUPTUS, A, UM, participio de rumpere ‘romper’. Todavía el verbo romper o arromper en la actualidad mantiene la acepción de ‘roturar un terreno por primera vez" 

Estamos justo al sur de Las Pontigas, topónimo vinculado a los pequeños puentes sobre ríos y regatos, como los que por aquí pasan, de corto recorrido pues pronto desembocan en el Cantábrico. Los caminos costeros rara vez pasaban por la misma orilla del mar, siempre era más directo ir algo más al interior que seguir la sinuosa orografía costera, con sus cabos, ensenadas, acantilados... además de que los ríos, por poco caudal que lleven, siempre al desembocar tienden a agrandarse un poco, constituyendo otro inconveniente de paso, sobre todo en crecidas


Y en Las Pontigas las naves y silos de La Figal. A la derecha silos, a la izquierda el bar y restaurante de Casa Alba, otro de los situados en la carretera


En la lejanía y cerca del mar los campos de El Churubusco y El Couto, con Canéu o Canedo, pueblo de la parroquia de Otur/Outur, en el acceso a la ensenada de Lachana y la Playa del Castro, donde se ha localizado un asentamiento castreño, El Castiecho, que conserva a la vista sus fosos, muralla y parapetos, si bien en un paraje plantado de eucaliptos


En primer término las casas Las Pontigas, a lo largo de la carretera


Campos y bosquetes constituyen la esencia del paisaje


Casas de la carretera: el cruce de Canéu


Continuamos adelante, con la casería de La Fervencia a lo lejos, bajo el monte La Queimadona. Mucho más a lo lejos y a la derecha El Monte Faro (251 mts.). A su izquierda se divisa la collada por la que el Camino pasa al concejo de Navia


Cruce y se frente, rumbo a La Fervencia, que vemos a lo lejos, en la ladera bajo La Queimadona y Las Traviesas


Estamos en los campos de El Paraíso, Quinta El Paraíso, mansión indiana que vemos asomar a la izquierda de la foto


Nos acercamos a Casa Manteca según seguimos viendo más allá La Fervencia, muy cerca de la Autovía del Cantábrico y al pie del Picu Curriel.los y La Queimadona, todo praderías que en verano comparten espacio con las grandes extensiones de maizales


Aquí hay una encrucijada: el Casa Manteca el camino pierde el asfalto


Seguimos de frente pista adelante pasando al pie del hórreo


En la casa vemos cierta característica constructiva que irá abundando a partir de aquí, los picos en la cumbre de la cubierta de pizarra, detalle que llegaremos a ver hasta en el claustro de la catedral de Mondoñedo


El camino sigue la sinuosidad de la base de la ladera de la montaña, justo donde empieza, a nuestra derecha, la llanura costanera...


Y seguimos por los prados al sur de El Paraíso, junto a La Sienra Rozu y al pie de Las Traviesas


Vemos al pie de La Fervencia la impresionante tajada de la Autovía del Cantábrico (A-8) sobre ella. Su construcción no fue tampoco tarea fácil ni rápida. Su primera fase arrancó en la década de 1970, en concreto el tramo Basauri-Amorebieta se inauguró en junio de 1971, y este de Querúas-Otur en abril de 2007, más de un cuarto de siglo después. Las obras en tramos asturianos y gallegos continuarían hasta 2014 y en Cantabria hasta 2015


Junto a la N-634 acompaña al peregrino del Camino Norte, pues no suele separarse demasiado del camín real costero salvo en el tramo Llovio-Canero, donde la sustituye su hermana la N-632


En cuanto al topónimo quizás haya que buscar alguna relación con ferver (hervir), si bien no tanto por el agua caliente como por burbujeante, es decir, las burbujas que se forman cuando una corriente de agua se precipita con fuerza por un desnivel, siendo entonces sinónimo de cascada o salto de agua, como el fervenza gallego. En este caso sería algún arroyo o similar que bajaría con fuerza y torrente por la montaña


Pasada La Fervencia ya estamos en la parroquia de Otur/Outur, la más occidental por la costa del concejo de Valdés, cuyo topónimo parece tener que ver con roturar, aunque no es seguro. La abundancia de topónimos relacionados con quemar, rozar y roturar hace una idea de un secular uso agrícola de esta fértil rasa costera valdesana


Naves y viviendas que se extienden desde las laderas hasta la rasa costera y La Playa de Vil.lar o de Otur/Outur, oculta tras las arboledas al fondo


A nuestra derecha La Periquita y campos de La Gallina. A lolejos Canéu


Salimos a esta vía local y seguimos de frente, esto es, a la izquierda todo recto, volviendo a partir de aquí a pisar asfalto


Hay una ligera cuesta y el camino es una atalaya sobre Otur/Outur


Allá están los barrios de La Cruz y La Caella, entre la N-634 y el mar. Al fondo distinguimos la gran nave verde de Ganadería Flora, de la que se publica un reportaje en Campo de Asturias el 21 de mayo de 2017, el cual es un ejemplo de la historia y trayectoria de las actuales grandes vaquerías en la zona occidental asturiana. Extraemos su comienzo:
"Casa Flora es una ganadería familiar ubicada en el barrio La Caleya de Otur (Valdés) que inició sus pasos hace 34 años con Celestino Rodríguez y su esposa Marta Pérez al frente. La explotación en este periodo ha evolucionado muy favorablemente. Hace 12 años se incorporó al negocio su hijo Julián y actualmente cuentan también con un empleado a jornada completa. La ganadería cuenta con 280 vacas Holstein, 150 en ordeño, 30 secas y el resto de recría. Con una producción anual de 12.000 kilos de leche por vaca, la entregan a Central Lechera Asturiana, de la que son socios. Trabajan de 55 a 60 hectáreas, de las cuales 38 se dedican a la siembra tanto de raigrás en invierno y maíz en verano para ensilar. Con los silos, el pienso que adquieren a ASA, además de la compra de forraje a Campoastur alimentan al ganado. Cuentan con dos robots de ordeño, carro mezclador para elaborar la alimentación de los animales, así como dos tractores y los aperos necesarios para las tareas del campo. Sus últimas adquisiciones han sido una cuba y una telescópica Manitou. En 2016 Casa Flora fue la ganadería asturiana que realizó más transferencia de embriones, así como es destacada en los concursos regionales, nacionales e internacionales por su genética"

Llegando a lo alto de la cuesta otro cruce, seguimos de frente


Así llegamos al barrio de Las Cabornas, por donde seguiremos nuestro periplo por esta parroquia de Otur/Outur, rumbo ya a tierras naviegas de Barayo y Villapedre




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